Sant Antoni, además de ser la casa de nuestros hoteles Ibiza Feeling, es uno de los enclaves de fama mundial por las puestas de sol que se pueden disfrutar desde su costa. Los meses estivales nos regalan la posición idónea del sol para disfrutar de este momento mágico del día, ya que el astro rey se sumerge en el horizonte del mar mediterráneo de una manera espectacular. Ver la puesta de sol se ha convertido en una especie de homenaje al atardecer,  donde centenares de turistas y locales celebran rompiendo en aplausos este regalo natural. Hay varios lugares claves para vivir esta experiencia y convertirla en algo imborrable y en Ibiza Feeling queremos ayudarte a descubrirlos.

El lugar más famoso y festivo para vivir este momento del día es el paseo de Ses Variades, quizás el nombre no te suena pero cuando te diga que es la zona de Café del Mar y Café Mambo… ¿Ya empieza a sonarte, verdad? Además de este conocidísimo local, hay varias terrazas, cafés y bares de ambiente más festivo donde vivir la experiencia sunset con un cocktail en la mano y en primera linea de mar. Para llegar hasta Ses Variades podéis hacerlo recorriendo el primer tramo del paseo marítimo,comenzando  justo enfrente de The Red Hotel y nos tomará apenas 15 minutos en un paseo delicioso de magníficas vistas.

Otro lugar muy especial es la zona de Caló des Moro, un pequeño arena ubicado al final del paseo marítimo. Aparte del encanto de esta pequeña calita urbana, desde aquí se ve una puesta de sol digna de disfrutar. El sol se esconde en el horizonte de la Bahía de Sant Antoni junto al islote de Sa Conillera. Aquí podéis disfrutar de la puesta de sol desde la misma arena, desde las plataformas de madera instaladas a los laterales o desde el local que encontraréis a vuestra espalda: El Golden Buddha. Un lugar de reunión de locales durante el invierno y un remanso de paz durante el verano. Un último rincón de Sant Antoni que os recomendamos para este momento del día es desde el Aquarium de Cap Blanc. Es el Centro de Recuperación de Especies Marinas donde, aparte de disfrutar de una cerveza fresquita y unas vistas maravillosas, se pueden observar especies marinas de las islas. Si continuáis por el mismo paseo que nos llevó a Caló des Moró, apenas 10 minutos después os encontraréis con este encantador bar sobre las rocas y el mar.